En este segundo intento por acercarnos al Sound, queremos plantear las dificultades que hemos tenido en la investigación de este estilo musical, sin embargo, nuestro esfuerzo apunta a problematizar su estudio, a poner el sonido sobre la mesa y dialogar con otros investigadores (escuchas, fanáticos, cumbiancheros) que desde el centro –ciudad capital de un país centralista- planteamos que las identidades deben ser discutidas, replanteadas y reescritas.
Nuestra metodología de investigación ha buscado que la voz de los cultores cumbiancheros sea la protagonista en la reconstrucción sociohistórica de la cumbia en nuestro país, a la vez que contrastamos esta información con la búsqueda de archivos, el intercambio con académicos, el apoyo en bibliografía acorde, pero también y como un eje fundamental, el diálogo entre las disciplinas.
Cuando nos «aproximamos» al sound desde Santiago se evidencia la lejanía del acceso al diálogo con los cultores, la dificultad de relevar sus voces y de empaparse del contexto en que surgió este sonido. La óptica desde la que hablamos nos deja a nosotros en la marginalidad y se problematiza una vez más, la construcción del otro. Sin embargo, la posibilidad que nos entregan los medios de comunicación, la industria musical y la relevancia social de esta música popular nos permite proponer una mirada caleidoscópica del sound.
Si estamos hablando de las cumbias chilenas ¿podemos considerar al sound como un estilo particular de música o más bien un subestilo de otro? ¿Se confirma la idea de que es mejor hablar de la pluralidad de la cumbia? ¿Es el sound una música identitaria? ¿Cómo podemos tratar entonces el concepto de identidad?
Dentro de la amplia gama de estilos de cumbia que hemos reconocido, tenemos algunos que a pesar de la masividad y la cercanía con la escucha, se han mantenido alejados del protagonismo, del escenario y del estudio académico, revelando los problemas identitarios y la construcción de lo nacional (que ya hemos revisado en otras notas) en el que se habla desde el centro y desde un ideal blanqueado europeizante que continúa dejando relegadas las músicas populares como la cumbia sound o la cumbia ranchera. Además de que, cuando se habla de cumbia, se continúa en el plano en el que converge la disputa de una música definida como nacional (como la cueca) versus las manifestaciones musicales foráneas, aún apropiadas, por ejemplo.
El lente por el que miramos está empañado, pero nos entrega luces por las cuales guiarnos. Entre ellas las paradojas (también trabajadas en otras notas y artículos) identitarias que revela el estudio de la cumbias chilenas.
La música sound tiene sus antecedentes en la década de los ’80 paralelamente al surgimiento de la Chicha en Perú, de la Electro cumbia en Bolivia y de la Bailanta o “movida tropical” en Argentina[1], lo que evidencia un fenómeno cultural que ocurre con las migraciones hacia las ciudades pertenecientes al espacio andino: las poblaciones rurales indígenas que a partir de la década del ‘50 se trasladaron a los centros urbanos y las nuevas generaciones que irrumpen en la ciudad generando sus propias prácticas culturales, que partieron siendo calladas desde los discursos oficiales, pero que en el transcurso de estas décadas han problematizado y dado un nuevo impulso a los estudios culturales, a la reformulación de la idea centro-periferia y la resignificación del sujeto popular.
La cumbia en Chile o las cumbias chilenas cargan con un prejuicio y dentro de ellas, el Sound ha profundizado dicho conflicto. La sola definición de una cumbia chilena nos habla de una historia de negación en la que conceptos como marginalidad o lo popular no pueden estar ausentes, aún ahora en que en tiempos de globalización se acentúa la necesidad de hablar de identidad y de la heterogeneidad de sus prácticas, poniendo el énfasis en que se trata de una forma de creación de conocimientos, como un espejo que nos refleja e interroga al mismo tiempo. El periodista radial e investigador Pablo Dintrans nos planteó:
“O sea, más que relevancia, yo creo que en mi existe un deber, porque yo sentí una frustración muy grande de no tener ningún antecedente. Si tú quieres estudiar la música peruana, brasileña, el tango, está todo, hay varias investigaciones y acá no hay nada, hay investigaciones interesantes pero no hay un abanico que te permita captar mejor lo que sucedió. Y el deber es porque si no se registra esta historia, esta memoria, se pierde una esencia de nuestra identidad nacional, que está perdida, y que ha sido mirada en menos, o sea lo tropical es sinónimo de ordinario, de irrelevante, sólo para el 18 de septiembre y el año nuevo. Pero por otro lado, no sé, yo lo he visto en matrimonios de distintas clases sociales, se baila esto, se vive, se arma el espíritu de la fiesta, pero no hay un interés muy grande de investigar estos fenómenos. (…) Yo no sé por qué, yo pienso que es un prejuicio, y eso lo he visto no como investigador sino como difusor, o sea cuando comencé el programa de hecho no le puse música tropical, le puse afrocaribeña, porque ya estaba el estigma como hace diez años, tropical, tropical sound, lo que vai a tocar es sound, y es como se estereotipa ciertas cosas de lo tropical dentro del mercado, que en el fondo a veces pone todos los ritmos adentro de una misma bolsa. Ahora, también yo tenía cierto prejuicio con tropical sound, pero ahora con los años los escucho y capto una riqueza interesante, o sea por algo esa música gusta, y el ritmo te lleva y te hechiza.”[2]
Ese “hechizo” del que nos habla Pablo Dintrans es que el que nos motiva a hablar del Sound, profundizar en su estudio y proponer una mirada que lo rescate de la sola consideración de un producto de mercado o una moda pasajera, a la vez que posicionarlo dentro del repertorio que llamamos “cumbias chilenas”.
Ser popular dentro de la esfera de la cumbia, va reproduciendo un círculo de marginalidad. Si la cumbia se niega, con todo lo que conlleva, el Sound queda en un terreno casi desértico de reconocimiento y sólo se va trasladando el prejuicio. ¿Es acaso su carácter de andino lo que nos incomoda? ¿Es la renovación del concepto “tropical” lo que se juzga?
El Sound se transformó en una especie de “pariente pobre” de la cumbia chilena e incluso se le ha quitado la categorización de “cumbia”, por los mismos cultores que antes debieron cargar con los prejuicios de cultivar un ritmo tropical. Lo que nos llama la atención en este punto es que muchas veces los argumentos que se utilizan son bastante similares a los que ya se habían planteado en el momento de hablar de la “cumbia chilena” (pensando en la cumbia sonora) antes de que comenzara su proceso de reconocimiento y valoración proveniente desde la llamada “Nueva Cumbia Chilena”: se castiga la simplicidad del ritmo, se juzga su origen foráneo y se niega el origen etnicitario, atribuyéndosele un origen argentino que invisibiliza lo andino en su conjunto, y su influencia peruana y boliviano en lo particular[3]. Además de compartir estos mismos prejuicios con la cumbia de sonora, se le agrega el hecho de que usar sintetizadores que pregraban algunos elementos que suenan en vivo, sea considerado como “poco honesto” o de “amateur”.
Ejemplo de esto, vemos las apreciaciones de dos clásicos cumbiancheros sobre el sound:
“… porque eso no es cumbia. Pa’ nosotros el sound fue el invento de los argentinos más atroz que tuvieron. Porque para nosotros no es música eso. O sea, si te pones a engañar a la gente, era todo envasado, todo envasado. Baterías electrónicas…»[4]
“El Axé, bueno que eso es brasileño, otra onda, no es tan tropical, tan… pero el reggaetón, cuando salieron los grupos argentinos tocando esa onda villera y después los sound, se ve que son modas que llegan y pasan, pero lo tradicional siempre queda”[5]
Por otro lado, se cuestiona también el apelativo de “andino”, intentando idealizarlo como si se hubiera mantenido impenetrable al devenir histórico del neoliberalismo y la sociedad de la información. Hablar de lo “andino” requiere reconocer que:
Su “definición (…) también tiene sus limitaciones si se piensa ‘lo andino’ en términos de un mundo aparte, lejano, puro, sin luchas, contradicciones, diferencias sociales, desconectado de la sociedad global… Para nosotros, lo llamado andino, fundamentalmente, nos remonta a una cultura milenaria y que, a pesar de los traumas, conflictos y la represión sufrida a través de la historia… en las barriadas, todavía pervive aunque bajo formas trastocadas y ocultadas. Hoy lo andino desborda su inicial configuración india y constituye una realidad viva y compleja en el conjunto del tejido social de la nación en formación.”[6]
Cuando planteamos que la cumbia chilena “(…) evidencia así la construcción de una identidad blanqueada y conservadora, que oculta avergonzada sus raíces mestizas y sectores populares, permitiéndonos decir aquello que no nos atrevemos, bailar aquello que no podemos, y mostrar un cuerpo históricamente negado que poco a poco comenzamos a reconocer”[7] es cuando hacemos el llamado a mirar desde otro punto de vista los hechos que creemos evidentes u otros que continuamos invisibilizando y para lograrlo, como nos hemos esforzado por hacer, la palabra fundamental, la tienen los propios cultores, pero que sin embargo, sin el esfuerzo colectivo de quienes buscamos dialogar en esta discusión, nos volveremos a sumergir en una amnesia colectiva y de larga duración como ha ocurrido reiteradamente en nuestra historia nacional y en esta reconstrucción particular que llevamos a cabo.
Bibliografía de referencia:
- Daponte, Franco: La onda sound, sound, sound, sound: una aproximación al fenómeno de la música tropical en Chile. Hibridación y mestizaje urbano andino en sus protagonistas y componentes musicales. Texto en revisión para ser publicado.
- Karmy, Ardito y Vargas. Tiesos pero cumbiancheros: perspectivas y paradojas de la cumbia chilena. En Araújo Duarte Valente, Heloísa de; Hernández, Oscar; Santamaría-Delgado, Carolina y Vargas Herom. 2011. ¿Popular, pop, populachera? El dilema de las músicas populares en América Latina. Actas del IX Congreso de la IASPM-AL. Montevideo: IASPM-AL y EUM. ISBN 978-9974-98-282-6. Pp. 389 – 413.
- Peñaloza, Christian. Las cumbias en Chile. 2011. Disponible en: http://lascumbiasenchile.wordpress.com/2011/12/13/el-fantasma-de-las-cumbias-peruanas/
- Podestá, Juan. Vengo de la cordillera al mar. En http://www.crear.cl/publicaciones/cronicas/.
- Valcarcel, Rosina. Mitos, dominación y resistencia andina. Editorial Universidad Mayor Nacional de San Marcos. Lima, Perú. 1988.
Entrevistas
- Pablo Dintrans. Realizada por la Colectiva Tiesos pero Cumbiancheros el día 04 de Mayo de 2011.
- Entrevista realizada por la Colectiva Tiesos pero cumbiancheros a Tommy Rey (cantante de la Sonora de Tommy Rey) el 30 Abril de 2011.
- Entrevista realizada a Marti Palacios (timbalero de la Sonora Palacios) por la Colectiva Tiesos pero cumbiancheros el día 04 de mayo 2011.
[1] Daponte, Franco: La onda sound, sound, sound, sound: una aproximación al fenómeno de la música tropical en Chile. Hibridación y mestizaje urbano andino en sus protagonistas y componentes musicales. Texto en revisión para ser publicado.
[2] Entrevista realizada a Pablo Dintrans por la Colectiva Tiesos pero cumbiancheros el día 04 de mayo de 2011 en la Radio Universidad de Chile.
[3] Esto ha sido trabajado ampliamente por el investigador Christian Peñaloza en su sitio http://lascumbiasenchile.wordpress.com/2011/12/13/el-fantasma-de-las-cumbias-peruanas/
[4] Entrevista realizada a Marti Palacios (timbalero de la Sonora Palacios) por la Colectiva Tiesos pero cumbiancheros el día 04 de mayo 2011.
[5] Entrevista realizada a Tommy Rey (cantante de la Sonora de Tommy Rey) por la Colectiva Tiesos pero cumbiancheros el 30 Abril de 2011.
[6] Valcarcel, Rosina: Mitos, dominación y resistencia andina: 25
[7] Karmy, Ardito y Vargas. Tiesos pero cumbiancheros: perspectivas y paradojas de la cumbia chilena. En Araújo Duarte Valente, Heloísa de; Hernández, Oscar; Santamaría-Delgado, Carolina y Vargas Herom. 2011. ¿Popular, pop, populachera? El dilema de las músicas populares en América Latina. Actas del IX Congreso de la IASPM-AL. Montevideo: IASPM-AL y EUM. ISBN 978-9974-98-282-6. Pp. 389 – 413.
uno de los exponentes de movida tropical en chile fue adrian y los dados negros en los años 90 y se hicieron famosos grupos como karicia alcides ricki maravilla y malagata, en el año 1996 se hace famoso el grupo alegria con un disco en vivo que grabaron en pan de azucar, tambien se hace famoso el grupo fantasia gracias al sello calipso records que estaba en la calle manuel thompson en estacion central como surge la movida sound en chile nace en la ciudad de iquique con amerikan sound que fueron los creadores de la movida sound lo siguen tropical sound y eclipse musical quien fue el que impuso la movida tropical en los medios de comunicacion fue el diario la cuarta que creo un cd con este tipo de musica que se llamaba la coleccion bomba 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10